(Esta es la introducción de un documento amplio,
enviado a la Conferencia por el Movimiento de
Apoyo a la Guerra Popular en Perú de España.
Después se va a publicar el documento en su totalidad
- Editores de la revista Sol Rojo)


¡Proletarios de todos los países, uníos!

A la Conferencia Internacional
4 de diciembre de 2010

Apoyando el llamamiento del PCP

Por una Conferencia Internacional Ampliada del MRI
para un balance de la aplicación del maoísmo
y la experiencia del proletariado internacional,
en la lucha contra el nuevo revisionismo.
Por entronizar, encarnar firmemente el maoísmo,
y con guerras populares dirigidas por Partidos Comunistas
marchar a la guerra popular mundial.

(...)

Saludo e introducción

Saludamos, en este su natalicio, a la Jefatura del Partido y la Revolución Peruana, Presidente Gonzalo, querido y respetado, cuyo pensamiento brilla hoy en el mundo, por más que lo hayan intentado negar, enlodar, por más patrañas, dudas y silencios arrojados contra él.
Saludamos al fuego armado que en el centro de los Andes convoca a los pobres del mundo. Saludamos al crisol y al pensamiento que en él se acrisoló, al hombre más grande que asumió esa labor, al heroico combatiente que mantuvo el rumbo, al camarada que lo dirige, al “combatiente de huesos fidedignos” que por todo el país va tejiendo, por subterráneos surcos, la red para la ofensiva estratégica, al proletariado y al pueblo peruanos que con su sangre nutren la epopeya que hace 30 años comenzó a escribirse en Ayacucho, y a ustedes, MPP, esquirlas del Perú que andan por el mundo.
Fue un 3 de diciembre, de 1934, cuando vino al mundo el Presidente Gonzalo. 45 años después, en 1979, vino al mundo el Ejército Popular de Liberación del Perú, con el acuerdo de formar su primera división, a través de los pelotones y destacamentos. Dos natalicios en uno. La jefatura y el instrumento del partido para, con fusiles, conquistar el poder y transformar el mundo.
Han pasado 31 años, más de tres décadas. Es la primera vez en la historia que el proletariado internacional cuenta con un ejército que surgió a la luz de la Gran Revolución Cultural Proletaria, comenzó su andadura sin levantamientos ni tropas experimentadas ni armas, sino con “las más modestas y simples acciones” ejecutadas por “grupos armados sin armas”, avanzó de forma arrolladora para alcanzar en poco más de una década el equilibrio estratégico y, estando en ese equilibrio, ha tenido que pasar por la más dura prueba (la caída de la Jefatura y casi toda la dirección del partido que lo dirige) y la ha superado brillantemente para avanzar hacia la ofensiva estratégica. ¿Quién puede negar que ese ejército y esa experiencia militar del proletariado peruano tienen “un valor especial” en el Movimiento Comunista Internacional?

Decía el Presidente Mao en 1938: «Hasta hoy, en el mundo sólo hay tres ejércitos que pertenecen al proletariado y al pueblo trabajador: los dirigidos, respectivamente, por los Partidos Comunistas de la Unión Soviética, China y España; los Partidos Comunistas de los demás países no tienen aún experiencia militar. Por lo tanto, nuestro ejército y nuestra experiencia militar tienen un valor especial.»
La situación ha cambiado mucho. En esos tres países el proletariado ha perdido los ejércitos que tenía. No ha dejado de luchar, en dura brega contra el revisionismo, por reconstituir sus partidos comunistas y formar nuevos ejércitos. En esa experiencia histórica y en esta situación, no se puede negar que el EPL del Perú y la experiencia militar del proletariado peruano tienen “un valor especial”, un valor muy especial, en el Movimiento Comunista Internacional.

Hoy en el Movimiento Comunista Internacional el maoísmo ha alcanzado reconocimiento como “nueva, tercera y superior etapa” de la ideología científica del proletariado internacional y la guerra popular también está siendo reconocida como la “única, completa y verdadera doctrina militar proletaria y forma principal de lucha con la cual hemos de barrer al imperialismo y a la reacción de la faz de la Tierra, aplicándola, como nos enseña el Presidente Mao Tsetung, a las condiciones ya sea de la revolución democrática, socialista o gran revolución cultural proletaria y a las específicas de cada revolución concreta así como a la mundial considerada como unidad” (PCP. 1986)
Ha sido una conquista del pensamiento gonzalo y la revolución peruana que lo generó. El revisionista Avakian y su aplicador, Prachanda, huyen y convocan a la desbandada en el MRI. En la desbandada, el nuevo revisionismo intenta sobrevivir, formando uno u otro agrupamiento para soslayar, rehuir, la unidad, a la que está convocando el PCP. Los que impidieron el desarrollo de la lucha de dos líneas en el MRI con el pre-texto de la “unidad” ahora muestran el texto: la escisión. Lo mismito que los Jruschov. Los revisionistas son los escisionistas.

«No hay que dejarse engañar por los gritos de ‘unidad’. Precisamente los que más abusan de esta consigna son los primeros en provocar disensiones». «Los sectarios más inveterados y los peores intrigantes y aventureros son los que en ciertos momentos más ruido arman en torno a la unidad.» (Engels)

«Como un hilo, atravesando toda la historia del desarrollo del movimiento comunista, pasa la lucha entre el marxismo-leninismo y el oportunismo, y entre los que defienden la unidad y los que crean la escisión. Esto ocurre lo mismo en los países tomados por separado que en escala internacional.» (PCCh. Los dirigentes del PCUS son los mayores escisionistas de nuestra época. 4  de  febrero  de  1964)

Actualmente, ante la labor escisionista, disgregadora, del nuevo revisionismo en el Movimiento Comunista Internacional se debate: ¿apoyar o no apoyar el llamamiento del PCP a convocar una Conferencia Internacional Ampliada del MRI? ¿hacer balance o no hacer balance de la aplicación del maoísmo y la experiencia del proletariado internacional?

Para comprender la importancia de ese llamamiento tenemos que plantearnos: Ante los problemas generales de la revolución proletaria mundial y los problemas específicos de la revolución en cada país, el pensamiento gonzalo, que ha sido generado por la revolución peruana, ¿aporta respuestas, arroja luz, ilumina la solución? Tras la captura del Presidente Gonzalo, ante los problemas nuevos que se han presentado, ¿el PCP ha avanzado con respuestas más claras, luz más intensa, fruto de enarbolar, defender y aplicar el pensamiento gonzalo a esos nuevos problemas?

Intentando responder a esas preguntas, vamos a abordar en este informe tres problemas: las perspectivas de la revolución proletaria, sus problemas militares en el momento actual y el cretinismo parlamentario.

Los que comprendan, estarán por resolver los problemas de la revolución, estarán por la revolución, estarán por la unidad en el MCI. Los que no comprendan, no estarán por resolver los problemas de la revolución, no estarán por la revolución, estarán por la escisión en el MCI.

Este es el objetivo de este informe: Apoyar la convocatoria que promueve el PCP es posicionarse por la unidad del MCI y es posicionarse por la revolución (a nivel mundial y en cada país). Apuntando a ese objetivo, el eje de este informe es el siguiente:
1.-        La crítica al nuevo revisionismo que encabeza Avakian y ha tenido su principal aplicador en Prachanda puede ser de dos tipos. El revisionismo de Bernstein fue criticado por Kautsky y por Lenin. El revisionismo de Jruschov por Brezhnev y por el Presidente Mao. El revisionismo de Teng y Hoxha por Avakian y por el Presidente Gonzalo.
«El presidente Mao nos ha enseñado constantemente que es preciso advertir que una tendencia oculta otra… La lucha contra el revisionismo de Liu Shao­chi ocultó al revisionismo de Lin Piao. La historia conoce numerosos casos como éstos en que, al ocultar una tendencia a otra, la mayoría se dejó arrastrar por la corriente que surgía mientras que sólo unos pocos se mantuvieron firmes…» (PCCh. X Congreso. 1973).
2.-        La crítica al traidor pillado en la traición convoca también a sus seguidores para intentar salvar el “jruschovismo sin Jruschov”, contra el Partido Comunista de China; el “prachandismo sin Prachanda”, contra el Partido Comunista del Perú. Actualmente, parece que hay partidos que buscan nuclearse en plataformas diversas para dar de lado la convocatoria del PCP. Intentan arrastrar a la mayoría del MCI por la corriente revisionista y contra “unos pocos que se mantuvieron firmes”.
3.-        Desde la lucha por la reconstitución o la constitución del partido comunista para iniciar la guerra popular hasta el comunismo podemos ver 5 eslabones en una misma cadena, en un mismo proceso:
1.-        Reconstituir o constituir partido para iniciar la guerra popular (“gran ruptura”).
2.-        Iniciar para desarrollar (defensiva estratégica de la guerra popular)
3.-        Desarrollar para construir la conquista del poder en todo el país (equilibrio estratégico)
4.-        Construir para conquistar el poder en todo el país (ofensiva estratégica)
5.-        Conquistar para defender el poder conquistado hasta el comunismo (a través de sucesivas revoluciones culturales).
Hay que comprender que los problemas que se plantean en cada momento de ese proceso se engarzan como los eslabones de una cadena. Prachanda inició la guerra popular sin “gran ruptura”, las circunstancias le fueron favorables para mantener agazapado su revisionismo durante cerca de una década, pero cuando se acercaba el momento de enfrentarse a la tarea de la conquista del poder en Nepal su revisionismo reventó. Por tanto, corresponde estudiar la relación entre esos eslabones.
4.-        Así como la violencia reaccionaria ha sido ley universal de las clases explotadoras para sostenerse en el poder (defenderlo y restaurarlo), la violencia revolucionaria es “ley universal para tomar el poder”: “Las revoluciones democráticas son con violencia revolucionaria, las revoluciones socialistas son con violencia revolucionaria y, ante las restauraciones recuperaremos el poder a través de la violencia revolucionaria y mantendremos la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado con violencia revolucionaria mediante las revoluciones culturales y, al comunismo sólo iremos con la violencia revolucionaria y mientras haya un lugar en la Tierra en que exista explotación la acabaremos con la violencia revolucionaria”. (P. Gonzalo).
En la revolución feudal y en la revolución burguesa, revoluciones que reemplazaron a una clase explotadora por otra, la nueva clase en ascenso tenía que cumplir esa ley, ley universal, pero en momentos decisivos no le era necesario ni posible cumplirla, “no era necesario ni posible aplastar definitivamente la contrarrevolución” (P. Mao), por tanto, a través de transacciones y compromisos marchaba por el camino burocrático. Pero en la revolución proletaria, revolución para acabar con toda explotación y opresión, el camino burocrático es imposible históricamente y, ahora, en el momento de ofensiva estratégica de la revolución es imposible histórica y políticamente. El revisionismo lo intentó en la URSS y hundió a la superpotencia. Gorbachov buscó vanamente una “gloriosa revolución” (como la inglesa de 1688). En los países del tercer mundo, el camino burocrático ni acaba con la semifeudalidad ni libera de la opresión imperialista. Por tanto, el proletariado tiene que cumplir esa ley universal sin excepción alguna: iniciada la guerra popular no puede renunciar a ella, ni un minuto, hasta alcanzar la dorada meta del comunismo.
5.-        Cuando un partido inicia la guerra popular necesita la “gran ruptura” para poder desarrollar esa guerra hasta la meta (el comunismo). “Iniciar” (la guerra popular) es la continuación de la política de constitución o reconstitución del partido. Prachanda no inició la guerra para cumplir con esa “ley universal para tomar el poder”. Dijo que “nosotros hemos preparado la Guerra popular usando el parlamento, poniendo énfasis en un balance y coordinación entre la intervención política y militar, y nosotros hemos usado conversaciones de paz y cese al fuego contra el enemigo en un nuevo camino”. Ahora ya conocemos la meta del “nuevo camino” Prachanda. Su guerra fue la continuación de una política que usaba el parlamento y, por tanto, su meta no era el comunismo, sino el uso más amplio del parlamento ganando, a través de la guerra, una mayoría parlamentaria. Si un partido comunista se propone “iniciar” para cumplir esa “ley universal para tomar el poder”, su proceso de constitución o reconstitución tiene que ser, en síntesis, un proceso de preparar la “gran ruptura”. Por tanto, es un proceso de rupturas, progresivamente y por saltos, hasta la “gran ruptura”. Rehuir en ese proceso las rupturas, las dificultades y complicaciones, acomodarse en unas determinadas formas de trabajo de masas, dejando «con plena tranquilidad al porvenir» los problemas concretos que va a plantear la guerra popular en el país, es una forma de cretinismo parlamentario. Hay que combatir a los que defienden el camino electoral, forma clara, abierta, de cretinismo parlamentario, pero ese combate quedará cojo, limitado, irresoluto, si no se complementa con la crítica de las formas menos claras, larvadas en hábitos, estilos de trabajo, actitudes, que conducen al acomodamiento y que, tarde o temprano, al tomar cuerpo y apostura política fluirán hacia la capitulación y el camino electoral. En España es cuestión muy importante en estos momentos y la experiencia desde 1975 nos puede permitir comprenderlo. Clausewitz había escrito: “La guerra es la continuación de la política por otros medios”. El Presidente Mao subraya: “la política es guerra sin derramamiento de sangre, en tanto que la guerra es política con derramamiento de sangre.”

Seguiremos este eje al abordar en este informe los tres problemas planteados: las perspectivas de la revolución proletaria, sus problemas militares en el momento actual y el cretinismo parlamentario.

(Movimiento de Apoyo
A la Guerra Popular del Perú
)